La costa norte de España es conocida por sus impresionantes playas y sus paisajes verdes y montañosos. Cantabria, una pequeña región situada en el norte de España, es un lugar que a menudo se pasa por alto, pero que cuenta con algunas de las playas más hermosas del país.
Una de estas playas es la Playa de Valdearenas, una joya oculta del norte de Cantabria que merece la pena descubrir. Si estás planeando un viaje a esta región, asegúrate de incluir una visita a este lugar en tu itinerario.
Ubicación y cómo llegar
La Playa de Valdearenas se encuentra en la costa norte de Cantabria, cerca del municipio de Liencres. Para llegar hasta este lugar, se puede tomar la autopista A-67 hasta la salida 187 y seguir las indicaciones hacia el parque natural de las dunas de Liencres. Se puede acceder a la playa a través de un camino bien señalizado que lleva directamente a la zona de aparcamiento.
Un poco de historia
La Playa de Valdearenas forma parte del parque natural de las dunas de Liencres, una reserva natural de 195 hectáreas que abarca una impresionante franja de costa de unos 8 kilómetros. Esta zona ha sido protegida desde 1986 y es una de las últimas áreas costeras de Cantabria que permanecen intactas.
La playa en sí es bastante joven, ya que se formó en los años 70 debido a la acción de la corriente del mar. A medida que el mar erosionaba el acantilado cercano, la arena y los sedimentos se depositaban en la bahía, formando así la playa que conocemos hoy en día.
La playa
La Playa de Valdearenas es una playa espectacular de arena dorada y aguas cristalinas. Con más de 4 kilómetros de longitud, es una de las playas más grandes de Cantabria y, a pesar de esto, todavía se puede disfrutar de una gran tranquilidad.
La playa se caracteriza por sus dunas de arena dorada, que le dan un aspecto salvaje y virgen, y por sus acantilados de piedra caliza que se elevan detrás de la playa. Estas dunas son un lugar importante de nidificación para diversas aves, lo que ha llevado a la creación de un área de reserva natural en la zona.
La playa ofrece un amplio abanico de posibilidades para los visitantes. Es un lugar ideal para caminar y recorrer el sendero que bordea la costa. También es un lugar perfecto para la práctica de deportes acuáticos como el surf o el kitesurf, gracias a sus buenas condiciones de viento. En verano, la playa cuenta con un servicio de vigilancia y socorristas, que garantiza la seguridad de los bañistas.
El entorno
La Playa de Valdearenas está enclavada en un entorno natural impresionante que hace que la visita a este lugar sea una experiencia completa. Junto a la playa se encuentra el parque natural de las dunas de Liencres, un espacio protegido que cuenta con una gran riqueza biológica. En este lugar se pueden encontrar diversas especies de aves, así como una gran variedad de plantas y animales.
Un dato curioso es que las dunas de este parque natural son las más grandes de la costa norte de España y se extienden por kilómetros y kilómetros. Además, también es posible encontrar diversas cuevas en los acantilados que bordean la playa, algunas de las cuales tienen una gran importancia arqueológica.
En las cercanías de la playa se encuentran diversos pueblos con encanto que merece la pena visitar, como el mencionado Liencres o el cercano Santa Cruz de Bezana. En estas poblaciones se pueden encontrar restaurantes y bares donde degustar la gastronomía local, basada en productos del mar y de la huerta.
Conclusión
La Playa de Valdearenas es una auténtica joya oculta en el norte de Cantabria. Este lugar, alejado de los circuitos turísticos habituales, ofrece una experiencia única para los visitantes que buscan un lugar tranquilo y natural para disfrutar del mar y la naturaleza.
La playa se caracteriza por sus dunas de arena dorada y sus aguas cristalinas, que invitan a disfrutar de una gran variedad de actividades acuáticas. Además, el entorno natural que la rodea es impresionante y ofrece múltiples posibilidades para quienes quieran conocer un poco más esta región.
En definitiva, la Playa de Valdearenas es un lugar que merece la pena descubrir, una joya oculta en Cantabria que no deja indiferente a ningún visitante. Anímate a descubrirla y no te arrepentirás.
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